Historia de la Finca Don Antonio en Argentina
Nuestro establecimiento comienza su actividad vitivinícola en el año 2003, en una finca ya adquirida en los años 80 por Antonio González (padre de la actual dueña Zulma González). Para la época (década de 1980) y las condiciones del lugar, el objetivo era la producción de miel de abejas contemplando implantación de alfalfa, actividad que no pudo ser concretada por no conocer y no recibir asesoramiento sobre la producción de miel con todo lo que ello implica. No obstante la producción de alfalfa como pastura se llevó a cabo con éxito durante los primeros años. Luego por condiciones climáticas (largos periodos de sequía), y la crisis económica que se vivía en Argentina, la producción se fue perdiendo paulatinamente y esto trajo como efecto la venta de parte de la finca, habiendo comenzado con 26 hectáreas, se redujo a 13 hectáreas (actuales). A finales de la década de 1990 la finca llegó a un punto crítico en donde no tenia actividad agrícola alguna, más que producción de frutas y hortalizas para consumo propio, y fue cuando, Daniel Sánchez (marido de Zulma), comienza a indagar sobre qué actividad podía realizarse en este lugar. Es en estos años donde el departamento Valle Fértil comienza a tener gran auge a nivel turístico gracias al Parque Provincial Ischigualasto.
Esta afluencia turística comienza a demandar vinos regionales y era repetida le frase “estamos en San Juan queremos vinos”, este pedido no podía abastecerse ya que en Valle Fértil no había producción vitivinícola (perdida también en la década de 1980). A raíz de ello comenzamos a analizar la idea de reactivar la vitivinicultura en nuestro departamento y fue en el año 2003 cuando se implanta un viñedo de 0,25 hectáreas con diferentes varietales de uvas para evaluar cuales se adaptaban mejor a la zona en cuestión, dado que no existían registros de producción de vides de varietales finos.
Viñedos
En el primer viñedo se implantaron 6 varietales, los cuales son: Malvasía, Malbec, Cabernet Souvignon, Monte Pulsiano, Syrah y Tannat. Los plantines de un año fueron adquiridos en el departamento Pocito provincia de San Juan.
Los resultados fueron muy buenos en todos los varietales tintos generando los primeros vinos a partir del año 2005. En años subsiguientes la producción fue creciendo y en el año 2007 se empieza a extender la superficie implantada, estas ampliaciones se realizan con retoños de las propias plantas, obteniendo nuevos individuos que por sus características evolutivas adquieren mayor rusticidad y adaptación a las condiciones de la zona.
Hoy en día la superficie implantada alcanza 1,5 hectáreas, y se continúan realizando año a año pequeñas nuevas extensiones.
Todo el viñedo recibe el riego de dos maneras: por manto y por goteo debido a que nuestra zona posee periodos de lluvias abundantes en la época estival de cada año, no siendo así en la etapa invernal, y es un lugar azotado por periodos de sequía prolongados en algunos años.
Junto con las vides se encuentran frutales, rosales y aromáticas, que ayudan a prevenir el ingreso de plagas en algunos casos y en otros ayudan al combate de las mismas, no descartándose la transferencia de aromas a los vinos a obtener. Además, cortinas de árboles frutales ayudan a prevenir daños por vientos y en conjunto generan un microclima único.
Ésta diversidad y con la aplicación de técnicas recomendadas llevan a que nuestros vinos sean producidos orgánicamente.
El proyecto de harina de orujo
La idea de producir harina de uva o harina de orujo (sinónimos), surge a partir de aprovechar un residuo del proceso de elaboración de los vinos, preferentemente tintos, que tiene, hasta ahora, otros usos, como lo es la destilación (para obtener alcohol vínico), o el uso como suplemento alimenticio en porcinos y vacunos. Estos usos tienen sus limitaciones, tanto legales para las destilaciones, como los niveles de toxicidad que se pueden producir por ingesta de alcohol en los animales; y por esa razón es que se empieza a investigar que utilidad se le podría llegar a dar, sabiendo las propiedades organolépticas que tiene el producto, y los beneficios que tiene para la salud humana.
Beneficios de la cáscara de la uva
La piel y la semilla de la uva tienen la capacidad de acumular muchas de las sustancias químicas que son necesarias para la obtención de un vino con buenas características. Por ello durante el proceso fermentativo, el hollejo y las semillas permanecen con el jugo de uva para que éstas características difundan al vino. En este transcurso, los azucares se transforman en alcohol, y una vez que el proceso fermentativo llega a su final, se separan, el vino por un lado, del hollejo y la semilla, los cuales se prensan para extraerles al máximo el contenido de vino.
Allí se obtiene el orujo (mezcla de hollejo y semilla), cargado de alcohol y con todas las propiedades que se conservan, como son, el contenido de polifenoles antioxidantes, antocianos y flavonoides como el resveratrol, además de el gran aporte de fibra que hace la semilla.
La transformación del orujo en harina, demanda un proceso de deshidratación y posterior molienda, tratando que el producto sufra la menor degradación posible, conservando las características antes mencionadas y eliminando los restos de alcohol contenidos.
Los beneficios obtenidos por el consumo de este producto son innumerables, e incluye, retraso en el envejecimiento, mejoramiento de la circulación sanguínea, entre otros.
Elaboración de panificados
Para la elaboración de panificados se podría mezclar con otras harinas, o bien desarrollar nuevas recetas, siempre sabiendo que es un producto libre de gluten, se puede conservar esta característica evitando contaminaciones.
En nuestro caso no hemos desarrollado recetas, pero hay varios chefs y reposteros interesados en hacerlo, por lo tanto ni bien se hagan las primeras producciones de harina, se empezarán a probar nuevas recetas.
Otros emprendedores dedicados a la repostería hicieron pruebas con harinas compradas en herboristerías, para elaboración de alfajores, logrando resultados muy satisfactorios.
Producción
La idea es solo producir harina y venderla como tal, no está en los planes darle mayor valor agregado, aunque si surge una nueva idea, se podría llegar a implementar.
La materia prima, para la elaboración de harina, es libre de gluten, como así también las maquinarias a utilizar durante el proceso no son utilizadas con alimentos que puedan contener gluten, evitando así contaminaciones cruzadas. Por lo tanto es apta para celíacos
Venta
Por nuestro volumen de producción, que es bastante escaso y la demanda inicial que se espera tener, las ventas serán a nivel local. Aunque se cuenta con la posibilidad de vender por internet, como así también en dietéticas o herboristerías que quieran incluirlo a su canasta de productos.
Palabras al lector
Si están buscando nuevas alternativas de alimentación, ya sea por padecer una enfermedad o simplemente por cambiar hábitos de consumo, se les presenta un producto que ya es conocido en otras partes del mundo, y en Argentina recién se está descubriendo, quedando abierta la creatividad de cada uno para procesar e incluir en la dieta este nuevo alimento.
Gracias Matías por hacernos parte de esta historia de vida en Balde de las Chilcas en el departamento de Valle Fértil.
La Finca Don Antonio se encuentra en la Ruta 511 Km.4,5 a 270 kilómetros al noroeste de la capital de San Juan. Podes contactar al Tel: +54 2646 42–0351