El pan es un alimento básico, incluso para el celíaco.
El pan en base a harina de arroz y otros cereales permitidos para celíacos tiene la particularidad de la ausencia de gluten. Al no tener aglutinante, suele ser más duro y seco que un pan de harina de trigo.
Si haces tu pan en casa (o lo comprás industrializado), tenés que comerlo en los primeros días, si no queda muy duro rápidamente.
Una manera de aprovecharlo es cortarlo en fetas y congelar en porciones, para que rinda más y mejor.
5 ideas para cocinar con pan duro:
- Pan rallado para empanar. Picá trozos del pan duro en la procesadora mix (o la que tengas en casa) hasta que quede lo más arenado posible. Podés agregarle especias y semillas de chía y dejarlo pronto en un recipiente hermético para luego preparar unas ricas milanesitas.
- Croutones. Cortás el pan en cubitos de 2 cm y lo fritás en aceite de oliva (o el que tengas). Los dejás escurrir en papel de cocina y le agregás un poquito de óregano. Luego lo utilizás para la ensalada César o cualquier otro plato.
- Bruschetta. Con el pan cortado en fetas, lo tostás en el horno, sartén o tostador y le ponés por encima tomates frescos cortados, aceite de oliva, queso muzzarella o queso blanco con hojitas de albahaca. Con dos por persona tenés la cena resuelta.
- Torrejas. Para los descendientes de españoles, es sin duda, un postre de los antepasados. Para prepararlas hay que remojar las rebanadas de pan en leche con azúcar, canela y vainilla. Esta preparación es para que el pan se hidrate. Luego se pasan por harina de arroz y huevo, y se fríen con aceite bien caliente. Al sacar, espolvorear con un poquito de azúcar y servir tibio o frio.
- Budín de pan: postre típico para algunas familias.